Descubre por qué el picante y la cassalla forman el tándem perfecto en el almuerzo valenciano. Desde bocadillos con piparras hasta chupitos ben fresquets: una explosión de sabor que no te puedes perder.
Descubre por qué el picante y la cassalla forman el tándem perfecto en el almuerzo valenciano. Desde bocadillos con piparras hasta chupitos ben fresquets: una explosión de sabor que no te puedes perder.
En la cultura del almuerzo valenciano, hay sabores que nunca fallan. Pero cuando mezclas picante con cazalla bien fría, se crea una experiencia explosiva, intensa y adictiva. Es un maridaje que está conquistando bares, terrazas y rutas almorzadoras por toda la Comunitat.
Tanto si eres fan del fuego en el paladar como si buscas nuevas formas de disfrutar tu Faro de Cullera, esta es una combinación que no puedes ignorar.
El picante está ganando protagonismo en el almuerzo valenciano. Ya no es raro ver piparras, salsas caseras con guindilla o aliolis potentes que despiertan el hambre. Y ahí es donde entra Faro de Cullera:
un chupito de cazalla a 0-4 °C limpia, refresca y potencia cada bocado.
Algunos combos que lo están petando:
Brascada con piparras: ternera, jamón, huevo frito… y ese toque ácido y picante que lo eleva.
Blanco y negro con salsa de guindilla: el clásico renovado con carácter.
Figatell con mojo picón o kimchi: fusión que sorprende hasta al más tradicional.
Tortilla con salsa brava: si no pica, no emociona.
La clave está en el contraste: el calor del picante seguido del frescor anisado de la cazalla. Una fiesta para el paladar que puedes ver aquí
En cualquier esmorzaret que se precie, la picaeta es esencial. Y las piparras se han convertido en reinas de la mesa: crujientes, sabrosas, picantonas.
Si las acompañas de unos cacaus salats y un gotet de Faro de Cullera… ja ho tens fet.
Además, la cazalla fría suaviza el picante sin apagarlo. Refresca la boca y te prepara para el siguiente bocado. Es como una mascletà en miniatura: empieza fuerte, retumba y deja buen cuerpo.
Hay quien dice que el picante es solo para valientes. Pero el verdadero esmorzador lo sabe: con una buena cassalla, todo se digiere mejor.
Y si eres de los que no perdona ni una gota, esta combinación es tu nuevo ritual.
Cada trago de Faro de Cullera después de un bocado picante despierta sentidos y te hace disfrutar el doble del almuerzo. Es tradición, sabor y un poco de rock’n’roll.
¿Estás planeando tu próximo esmorzaret? Asegúrate de incluir algo con picante: piparras, salsa de guindilla, incluso unos tramussos con cayena. Pero sobre todo, ten siempre tu cazalla Faro de Cullera bien fría en el congelador.
🔥 Sabor picante
❄️ Chupito de cassalla
💥 Placer valenciano absoluto
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