¿Sobreviviste y disfrutaste tu primer asalto con l´esmorzar? ¡Enhorabuena, aspirante a Esmorçaor de categoría! Pero la aventura no termina aquí, ni mucho menos. Si creías que lo habías visto todo, agárrate bien al bocata, porque te damos los consejos básicos para sumergirte en esta tradición. Nos zambullimos de lleno en el alma máter del comboi: su majestuoso bocadillo...
(Vol II). MANUAL DE L'ESMORZAR: GUÍA PARA PRINCIPIANTES

“Bon dia esmorçaors!”
¡Hola de nuevo! Si has llegado hasta aquí, es que la curiosidad (y quizás el hambre) te pican. En el capítulo anterior, te dimos las claves para disfrutar tu primer encuentro con l´esmorzar valencià. En este “capítulo”, vamos a adentrarnos y a darte el quid de la cuestión, el alma mater de esta tradición: el bocadillo.
Para alguien que no está familiarizado con la rutina del Bon esmorçaor, la carta de un bar de almuerzos puede parecer un tanto compleja y un rival difícil de abatir (más aún si eres una persona indecisa). No te preocupes, ¡estamos aquí para iluminar tu almuerzo!
Hoy te damos el truco del almendruco para que nunca te equivoques escogiendo el esmorzar perfecto. Presta atención, que estos consejos son mel de romer…
El continente: un pan de categoría.
No todos los panes son iguales, y en l'esmorzar, esto es crucial. Olvídate de los panes blandos y sin gracia. Aquí, buscamos textura y carácter. ¿Nuestras recomendaciones?
- Un buen pan rústico nunca falla. Hablamos del clásico entre los clásicos. Una barra de pan crujiente por fuera y tierna por dentro, perfecta para absorber el delicioso sabor del contenido. Pídelo entero si eres valiente, o medio para no arriesgar.
- El pan de Chapata, con su corteza rústica y su ligereza, ofrece una experiencia más redondita. Este pan es de esos digne de prendre amb una miqueta d´oli i sal.
- El pan de Llonguet: absolutamente todo le queda perfecto. Apuesta segura, no hay margen de error con una elección así. El elegido por muchos esmorçaors por su equilibrio.
El contenido: xé qué bo!
Aquí empieza el verdadero espectáculo. Algunas sugerencias que son de “tota la vida” y que no defraudan nunca…
- Tortilla de Patatas: básico pero excelente. ¿Con o sin cebolla? No entraremos en debate…
- Blanc i Negre: explosiva combinación, per a valents. Longaniza y morcilla de cebolla a la plancha.
- Figatells, el embutido emblema de la terreta. Para aquellos que no sepan que es, queda terminante prohibido llamar a esta delicia “mini burgers”. Recomendadísimo si eres amante del sabor con personalidad y la magia de la gastronomía valenciana.
- Habitas tiernas, no fallan. Cocidas con cebolla y a veces panceta. Un relleno de bocata contundente y a rebosar de sabor.
La guinda de l´esmorzar: el cremaet.
Café, ron, un toque de canela y ralladura de limón. El cremaet es una parte esencial de la experiencia de l´esmorzar. El contrapunto perfecto a la contundencia del bocadillo.
“¿Qué hago si nunca he probado el cremaet?” Como dirían algunos: no patisques… Puedes pedirlo “tocado” de alcohol para que sea más suave. ¡Pero no te lo saltes! Es la puntilla de esta tradición tan nuestra, tan valenciana.
La cassalleta i mon anem!
Con un colpet de cassalla, fría que queme!! Conquistarás este mundillo del esmorzar valencià. Y más si es de Faro de Cullera, el anís seco por excelencia valenciano.
Con estas sugerencias ya estás a un almuerzo más cerca de convertirte en un Esmorçaor nivel pro. Así que ya sabes, pon en práctica lo aprendido para ser un Esmorçaor de categoria.
Au esmorçaors!